sábado, 23 de julio de 2011

Una tarde jugosa

No, yo me voy a la mierda... ya sé como termina esto. Dos horas para patear el tiro libre. Cuando demoran tanto es porque al final te vacunan. Van como 48 minutos del primer tiempo y este infeliz les viene a hacer una falta en la puerta del área. Esos hijos de puta de la tribuna seguro tiran papelitos a propósito. La demora favorece al que ataca. Los que esperan, desesperan. Como yo. Na, me voy.. seguro que la clava en un ángulo.. no quiero ver. Me voy al patio un rato. Ah, que lindo sería estar ocupado en otra cosa y ni enterarse.. como ese que está soldando allá. Gol. No te digo? La puta que los remilparió. Hubiera jugado guita y por lo menos ganaba algo. No, yo no puedo más. Acá no puedo evadirme. Con estos dos mirando el partido, por más que me vaya a la terraza, voy a escuchar todo igual. Me voy a cargarle nafta al auto, que esta mañana no pude. Eso voy a hacer. Aunque seguro está ese estacionero que es pechuga y me conoce, seguro está escuchando el partido el muy sorete y me gasta. La puta que lo parió. Lo voy a amenazar de entrada: no quiero saber nada de fútbol. Y si voy a otra estación? Bue, voy saliendo. Uh, justo sale el vecino. Hola, que tal? Como se nota que no sos canalla, ni puta idea tenés de que está jugando. Capaz es feliz así. Por un instante lo envidio un poco. Se ve que lleva los pendejos a jugar al basquet o algo así. Te dejo la puerta abierta del pasillo.. Pongo la radio o no? Pongo música mejor. Eso, así me distraigo. Que música de mierda, la puta madre. Voy cruzando por abajo del Viaducto y me siento un poco como ese personaje del Negro en "La observación de los pájaros". Uh, siempre cola en esta estación.. me pongo en esta o en aquella? En esta mejor, la boca del tanque está del lado del surtidor. Voy a poner la radio dos minutos, no puedo más. Se salva Central sobre la línea. La puta que los parió! Seguimos abajo. No, no escucho más. Para que? Ya perdimos. A otra cosa. Lo doy por terminado. Que se vayan todos a la puta madre que los parió. A otra cosa. Como demora este pajero! Dale, la puta madre! Con que estás pagando? Con la tarjeta del videoclub, hijo de puta? Por fin.. No! Me olvidé la llave del tanque puta madre! Yo sabía! Yo ya había pensado que no la tenía en el llavero! Que pelotudo! Ah, capaz esté al lado de la palanca, debajo los casettes, una vez hace mil años la ví ahí. A ver.. Uf! Menos mal, zafé como loco.. como mierda se pone esto? Ahí está. Listo. Si, cargame $50 mangos nomás."Súper". Gracias, viejo. Bueno ahora voy a ir a la gomería, la cubierta de aquel lado se me desinfla siempre, me tiene los huevos llenos, la voy a hacer arreglar de una buena vez. Que me la miren. Uh, la tuerquita de seguridad. Estaba en la guantera. No está, la puta madre, otra vez lo mismo. A ver debajo del asiento... zafé de nuevo, bué, algo es algo. Si, quería que me vieras esta llanta de acá, siempre se me desinfla, no sé si estará pinchada. Ah, te falta una tuerquita. Si, esa me falta, ahora me acuerdo, no sé que le pasó. O la perdí o me la chorearon. Bué, que al pedo, al final a la tuerca de seguridad no la necesité. Uh, este tiene la radio encendida, la concha de su madre. Se pierde el gol Central. Ni esa nos va a salir. Somos una murga, loco. El locutor pronuncia la palabra "Deportivo Merlo" y el hijo de puta del gomero se ríe. A esta altura es jodido saber si será pechuga. Capaz es canalla y se ríe porque no queda otra. Quién sabe? Yo mismo estoy a punto de reírme. El relator se mofa de la desgracia del equipo. Que fácil es reirse de Central, digo en voz alta. No me dan bola. Desde la radio se anuncia que terminó el partido. Fue derrota nomás. El locutor dice "Verguenza" y después, un largo silencio. "Verguenza", repite nuevamente. No hay más nada que decir. No tiene nada? Pregunto por la cubierta. No, me dice el gomero. Mientras me revisa la presión de las otras, llega un tipo grandote. Treintipico de años. Colita de esas bahianas de varios colores. Buzo deportivo con el escudito de Central. Le toca la gorrita al gomero: Ey! Ojo que estamo' todo' re-loco nosotro', eh! Estamo' todo' enfierrado' se pudre todo, eh! Me imagino que habla de otros especímenes hinchas de Central como él. Se ríen. El mundo es definitivamente un lugar peligroso. Pero en este momento preciso y concreto, bien limitado, compartir la camiseta inmuniza todo lo demás, por suerte. Me río. El tipo me pasa por al lado, me guiña un ojo, me palmea el hombro y se va al kiosco como apurado. Cuanto es? Pregunto. Diez pesos. Pago y me voy. Pongo algo de los Gipsy Kings, eso casi siempre me calma. Pero justo está la peor canción del todo el cassette. Llego a casa. Voy a ponerme a ver la película gallega esa que me prestó el Morsa. Capaz me río un rato y me olvido un poco de todo. De repente recuerdo algo que leí en un libro: el pícaro es el que hace de la desgracia un relato humorístico. El vivo en cambio, solo lo es si gana. El pícaro está vivo, el vivo está perdido. La puta que vale la pena estar vivo! diría Alterio..